Pollo frito al ajillo
! Una Receta Tradicional ¡
Pollo frito al ajillo
Description
Sumérgete en el corazón de la cocina española con una de sus recetas más emblemáticas y reconfortantes: el pollo al ajillo. Este plato, un verdadero pilar en los recetarios de hogares y tabernas de toda España, es la prueba fehaciente de que con ingredientes sencillos y de calidad se puede alcanzar la gloria culinaria. La magia reside en la perfecta alquimia entre el pollo, que queda dorado y crujiente por fuera pero tierno y jugoso por dentro, y una salsa seductora, infusionada con la esencia del ajo, el vino blanco y las hierbas aromáticas.
La popularidad de esta receta trasciende regiones. Desde las ventas andaluzas hasta los mesones castellanos, el pollo al ajillo se presenta como un plato de bajo coste, enormemente sabroso y versátil, que ha conquistado paladares durante generaciones. Su preparación, aunque requiere mimo, no entraña grandes dificultades, convirtiéndolo en una opción ideal tanto para una comida familiar de diario como para una celebración especial.
El ajo, protagonista indiscutible, no solo aporta su sabor característico, sino que, cocinado lentamente, se confita y carameliza, perdiendo su agresividad y transformándose en un bocado dulce y tierno. La salsa, enriquecida con los jugos del propio pollo y la fragancia del vino, pide a gritos ser acompañada por una buena hogaza de pan para no dejar ni rastro en el plato.
Más que una simple receta, el pollo al ajillo es un viaje a los sabores auténticos, a la cocina sin artificios que se construye sobre la excelencia del producto. Te invitamos a seguir nuestros pasos para dominar este clásico y a llevar a tu mesa un pedazo del alma gastronómica española, un plato que promete no solo alimentar, sino también crear recuerdos inolvidables alrededor de la mesa.
Ingredientes
Ingredientes
INSTRUCIONES
Preparar los Ajos y el Pollo
Pela todos los dientes de ajo. Reserva la mitad enteros y la otra mitad córtalos en láminas finas. Salpimienta generosamente las piezas de pollo.
Dorar los Ajos Enteros
En una cazuela ancha y baja, vierte una buena cantidad de aceite de oliva (unos 4-5 mm de altura). A fuego medio, añade los dientes de ajo enteros y fríelos lentamente hasta que estén dorados y tiernos por dentro. Retíralos con una espumadera y resérvalos.
Freír el Pollo
En el mismo aceite aromatizado con el ajo, sube el fuego y fríe las piezas de pollo en tandas para no sobrecargar la cazuela. Dóralas por todos lados hasta que la piel esté crujiente y dorada. Retira las piezas a un plato y resérvalas.
Elaborar la Base de la Salsa
Baja el fuego a medio-bajo. En el mismo aceite (retira el exceso si es necesario, dejando unas 3-4 cucharadas), añade los ajos laminados y la hoja de laurel. Sofríe con cuidado hasta que los ajos empiecen a tomar un color dorado pálido, sin que se quemen. Si usas harina, añádela ahora y cocínala durante un minuto, removiendo para que se tueste.
Desglasar y Crear la Salsa
Vierte el vino blanco en la cazuela. Con una cuchara de madera, rasca el fondo para levantar todos los jugos caramelizados de la fritura del pollo (desglasar). Deja que el alcohol se evapore durante 2-3 minutos a fuego medio-alto.
Guisar el Pollo
Reincorpora a la cazuela las piezas de pollo doradas y los ajos enteros que habías reservado. Añade el caldo de pollo y la ramita de tomillo. El líquido debe cubrir aproximadamente la mitad del pollo. Lleva a ebullición, luego baja el fuego, tapa la cazuela y deja cocer a fuego lento durante 25-30 minutos, o hasta que el pollo esté tierno y la salsa haya reducido y espesado ligeramente.
Servir
Justo antes de servir, espolvorea generosamente con perejil fresco picado. Sirve el pollo inmediatamente, bien caliente, y asegúrate de salsear cada pieza.
Datos Nutricionales
Porciones 2
- Cantidad por porción
- Calorías 1436kcal
- % Valor diario *
- Grasa total 114g176%
- Grasa saturada 18g90%
- Colesterol 260mg87%
- Sodio 38.5mg2%
- Potasio 1990mg57%
- Carbohidratos totales 75g25%
- Fibra dietética 28g113%
- Azúcares 2.05g
- Vitamina C 1.4 mg
- Vitamina B6 3.1 mg
* Los porcentajes de valores diarios se basan en una dieta de 2000 calorías. Su valor diario puede ser mayor o menor según sus necesidades calóricas.
Note
Maridaje de Vinos
La elección del vino para acompañar el pollo al ajillo debe complementar la intensidad del ajo y la riqueza de la salsa sin abrumar la delicadeza del pollo.
- Vinos de España:
- Vino Blanco: Un Verdejo de la D.O. Rueda es una elección fantástica. Su acidez fresca, sus notas herbáceas y su ligero amargor final limpian el paladar y armonizan con el ajo y las hierbas. Un Albariño de la D.O. Rías Baixas también funciona de maravilla, aportando notas cítricas y salinas que realzan el plato.
- Vino Tinto Joven: Si prefieres tinto, opta por uno ligero y afrutado, con taninos suaves. Un Tempranillo joven de Rioja o un Mencía del Bierzo son opciones excelentes que no competirán con los sabores del guiso.
- Vinos de Europa:
- Vino Blanco (Francia): Un Sauvignon Blanc del Valle del Loira, como un Sancerre, con su acidez vibrante y notas minerales, es un maridaje elegante. Un Chardonnay sin barrica del Mâconnais (Borgoña) también ofrece la frescura y el cuerpo necesarios.
- Vino Tinto (Italia): Un Barbera d'Asti del Piamonte, con su acidez característica y sus sabores a fruta roja, puede ser un acompañante delicioso y refrescante.
Sugerencias de Acompañamiento
- Patatas Fritas Caseras: La guarnición clásica por excelencia. Unas patatas cortadas en dados o bastones y fritas en aceite de oliva son el vehículo perfecto para la salsa.
- Arroz Blanco: Simple pero efectivo. El arroz blanco cocido absorbe maravillosamente la salsa y equilibra la intensidad del plato.
- Verduras Salteadas: Un salteado de judías verdes, espárragos trigueros y pimientos añade un toque de color, frescura y una textura crujiente que contrasta muy bien.
- Ensalada Verde Sencilla: Una ensalada de hojas verdes (lechuga, rúcula) con una vinagreta ligera de limón para aportar un contrapunto ácido y refrescante.
- Pan Rústico: Imprescindible. Una buena hogaza de pan de corteza crujiente para mojar en la salsa es, para muchos, la mejor parte de la experiencia.
Tag #wpdelicious and #deliciousrecipesplugin if you made this recipe. Follow @wpdelicious on Instagram for more recipes.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar otras piezas de pollo?
Sí, aunque los contramuslos y muslos son ideales por su jugosidad, puedes usar pechugas cortadas en trozos gruesos o alitas. Si usas pechuga, reduce el tiempo de cocción final para evitar que se seque.
¿Es necesario usar harina en la salsa?
No, es opcional. La harina ayuda a obtener una salsa un poco más ligada y espesa. Si prefieres una salsa más ligera, simplemente omite este paso y deja que reduzca un poco más durante el guiso.
¿El plato queda muy fuerte de sabor a ajo?
No. Al cocinar los ajos lentamente, gran parte de su picor se transforma, volviéndose dulces y suaves. El sabor que predomina es un aroma a ajo asado, no a ajo crudo.
¿Cómo puedo conservar y recalentar las sobras?
Guarda las sobras en un recipiente hermético en el frigorífico hasta por 3 días. Para recalentar, hazlo a fuego suave en una sartén o cazuela, añadiendo un chorrito de agua o caldo si la salsa ha espesado demasiado.
¿Puedo preparar este plato con antelación?
Sí, de hecho, el pollo al ajillo es uno de esos guisos que a menudo sabe aún mejor al día siguiente, ya que los sabores tienen tiempo de asentarse y profundizar.

