Sopa de ajo
Description
La sopa de ajo, también conocida como sopa castellana, es mucho más que una simple receta; es un testimonio culinario de la historia y el ingenio de España. Nacida en los campos de Castilla, esta preparación es el epítome de la cocina de aprovechamiento, una sinfonía de sabores creada a partir de los ingredientes más humildes y accesibles: pan duro, ajos, aceite de oliva y pimentón. Su aroma evoca los hogares de antaño, las cocinas de las abuelas donde nada se desperdiciaba y todo se transformaba en consuelo para el cuerpo y el alma.
El secreto de una sopa de ajo excepcional no reside en técnicas complejas, sino en el respeto y la calidad de su alma mater. Un buen pan de hogaza del día anterior, que ha perdido su humedad pero no su dignidad, es el lienzo perfecto. El aceite de oliva virgen extra, oro líquido de nuestra tierra, no solo sirve como medio de cocción, sino que impregna cada ingrediente con su carácter frutal. Los ajos, protagonistas indiscutibles, deben dorarse con paciencia, liberando su perfume sin llegar a amargar, en una danza lenta y aromática. Y entonces, llega el momento mágico del pimentón, preferiblemente de la Vera, que con su profundo color rojo y su aroma ahumado tiñe el plato y define su identidad. Este paso, breve pero crucial, debe hacerse con el fuego bajo, pues un calor excesivo convertiría su magia en un amargor indeseado.
La incorporación del jamón serrano en taquitos eleva la sopa, aportando puntos de sabor salado y una complejidad umami que enriquece el caldo. El caldo, ya sea de pollo o de carne, debe ser sabroso, pues es el que une todos los elementos en un abrazo cálido y reconfortante. El acto final, escalfar un huevo en el caldo hirviente, es la coronación del plato. La yema, que se rompe al primer toque de la cuchara, se funde con el caldo, creando una cremosidad instantánea que suaviza y enriquece cada cucharada. Servir esta sopa es ofrecer más que comida; es compartir una historia, un legado de resiliencia, sencillez y profundo sabor que ha perdurado a través de los siglos, demostrando que la verdadera grandeza culinaria a menudo se encuentra en las preparaciones más sencillas.
Ingredientes
Ingredientes
Instructions
Preparación de los Ingredientes
Pela y lamina los dientes de ajo. Corta el pan duro en rebanadas finas o en trozos pequeños. Ten a mano los taquitos de jamón, el pimentón, el aceite y los huevos.
Dorar los Ajos y el Jamón
Calienta el aceite de oliva en la cazuela a fuego medio. Añade los ajos laminados y sofríelos con cuidado hasta que empiecen a tomar un color dorado pálido. Justo en ese momento, añade los taquitos de jamón y saltéalos un minuto más para que suelten su grasa y sabor.
El jamón es opcional
Añadir el Pan
Incorpora las rebanadas o trozos de pan a la cazuela. Remueve constantemente con la cuchara de madera durante unos 3-4 minutos, hasta que el pan se impregne bien del aceite y los sabores y esté ligeramente tostado.
El Toque del Pimentón
Aparta la cazuela del fuego. Este paso es crucial para evitar que el pimentón se queme y amargue. Añade el pimentón dulce (y el picante, si lo usas) y remueve rápidamente durante unos 15 segundos para que se mezcle con los ingredientes y libere todo su aroma y color.
Incorporar el Caldo y Cocer
Vuelve a poner la cazuela a fuego medio-alto y vierte inmediatamente el caldo. Remueve bien, raspando suavemente el fondo para desglasar cualquier sabor adherido. Lleva la sopa a ebullición y luego baja el fuego para que hierva suavemente durante unos 20 minutos. El pan se ablandará y la sopa espesará ligeramente. Prueba y ajusta de sal si fuera necesario (el jamón y el caldo ya aportan sal).
Escalfar los Huevos
Con la sopa hirviendo a fuego muy bajo, casca los huevos y ve añadiéndolos uno a uno con cuidado a la cazuela, separados entre sí. Tapa la cazuela y deja que los huevos se cocinen durante unos 3-4 minutos, o hasta que la clara esté cuajada pero la yema permanezca líquida.
Servir Inmediatamente
Sirve la sopa muy caliente en cuencos individuales de barro o platos hondos, asegurándote de que cada ración tenga un huevo.
Datos Nutricionales
- Cantidad por porción
- Calorías 485kcal
- % Valor diario *
- Grasa total 28g44%
- Grasa saturada 7g35%
- Colesterol 210mg70%
- Sodio 1250mg53%
- Potasio 450mg13%
- Carbohidratos totales 35g12%
- Fibra dietética 4g16%
- Azúcares 3g
- Proteína 22g44%
- Vitamina B12 0.6 mcg
* Los porcentajes de valores diarios se basan en una dieta de 2000 calorías. Su valor diario puede ser mayor o menor según sus necesidades calóricas.
Note
Maridaje de Vinos
Para esta sopa castellana, de sabores intensos, terrosos y reconfortantes, buscamos vinos que puedan acompañar su carácter sin abrumarlo.
- Opción Española (Clásica): Un vino tinto joven o un roble de la D.O. Ribera del Duero. Elaborados con la uva Tinto Fino (Tempranillo), estos vinos tienen la fruta, la estructura y un toque de acidez perfectos para equilibrar la sapidez del jamón y la profundidad del pimentón.
- Opción Española (Audaz): Un Fino o una Manzanilla de Jerez. Este maridaje por contraste es un clásico andaluz. La sequedad, las notas salinas y de levadura del vino cortan la riqueza de la sopa y limpian el paladar de una manera excepcional, creando una experiencia vibrante.
- Opción Europea: Un vino tinto italiano de la uva Barbera, como un Barbera d'Asti. Estos vinos son conocidos por su alta acidez, taninos suaves y sabores a cereza ácida, lo que los hace increíblemente versátiles con la comida y capaces de equilibrar la rusticidad de la sopa de ajo.
Ideas de Acompañamiento
- Pan de Hogaza Rústico: Imprescindible. Un buen pan con una corteza crujiente para mojar en el caldo es el mejor acompañamiento posible.
- Ensalada Verde Sencilla: Una ensalada de hojas verdes (lechuga, escarola) con un aliño muy ligero de aceite y vinagre para aportar un contrapunto fresco y ácido.
- Guindillas en Vinagre: Para los amantes del picante, unas guindillas o piparras en vinagre al lado ofrecen un toque de acidez y picor que aviva el plato.
- Tabla de Queso Curado: Unas lascas de queso Manchego curado o de queso Zamorano pueden servirse antes o después de la sopa, siguiendo la tradición castellana.
- Uvas Frescas: Como postre o para limpiar el paladar, unas uvas frescas y crujientes ofrecen un contraste dulce y refrescante.
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Preguntas Frecuentes (FAQ
¿Puedo usar pan fresco en lugar de pan duro?
Sí, pero el resultado no será el mismo. Si solo tienes pan fresco, te recomiendo cortarlo en rebanadas y tostarlo ligeramente en el horno o en una sartén hasta que esté seco y un poco crujiente antes de usarlo.
¿Cómo puedo hacer una versión vegetariana de la sopa de ajo?
Es muy sencillo. Simplemente omite el jamón serrano y utiliza un caldo de verduras de buena calidad en lugar del caldo de carne o pollo. El resto de los pasos son idénticos.
Mi sopa ha quedado amarga, ¿qué he hecho mal?
El amargor en la sopa de ajo casi siempre proviene del pimentón quemado. Es vital añadir el pimentón con la cazuela retirada del fuego y removerlo muy brevemente (15-20 segundos) antes de añadir el caldo.
¿Se puede guardar y recalentar?
Sí, la sopa se puede guardar en la nevera hasta 2-3 días. Sin embargo, es mucho mejor añadir los huevos justo en el momento de servirla. Recalienta la sopa suavemente y luego escalfa los huevos frescos en ella.
¿Hay alguna forma de que el huevo no se disperse por toda la sopa?
Un truco es cascar el huevo primero en un tazón pequeño. Justo antes de añadirlo a la sopa, crea un suave remolino en el caldo con una cuchara y vierte el huevo con cuidado en el centro del remolino. Esto ayuda a que la clara se enrolle sobre sí misma.

